SER HERMANOS
Decimos coloquialmente a un amigo que es como mi hermano, cuando la relación es muy estrecha, muy cercana, decimos también, que a veces, queremos mas a un amigo que a nuestros propios hermanos. Y a nuestros hermanos que son como amigos cuando hay muy buen rollo con ellos, de hecho, el término <bro> del inglés brother, significa hermano, tío, mano, y es utilizado frecuentemente para dirigirnos cariñosamente a nuestros colegas.
PERTENECEMOS AL MISMO CLAN
La profundidad de los vínculos con nuestros hermanos, no es la misma que con nuestros amigos, no es cuestión, solamente de genética, tiene que ver con nuestro sistema familiar, es decir, con el lugar que ocupemos en la línea de nuestros hermanos, con lo que cada uno ha recibido y desarrolla en su vida, con nuestro género, con las vivencias de nuestra familia…
Somos de un clan y estamos vinculados entre nosotros compartiendo un destino, así que, cualquiera de los destinos de los miembros de nuestro clan, nos afecta, y como piezas de un puzle encaja en el nuestro y el nuestro en los suyos.
“LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS”
(Antoine de Saint-Exupéry en el principito)
Nuestros hermanos son nuestros maestros, espejos de nosotros mismos en nuestra vida, con ellos, y dada la profundidad de nuestro vínculo, nos permitimos SER, más allá de nuestro ego y de nuestro lugar en el sistema familiar, porque ese es el PACTO inconsciente que tenemos con ellos.
Puede parecer, en nuestro mundo de formas, el que conocemos principalmente, a través de nuestros sentidos y nuestra mente que, entre hermanos tener una mejor o peor relación, ser amigos o menos amigos e incluso “enemigos”, es la verdad verdadera, pero en lo profundo, en lo no tangible, en lo que no es perceptible a los ojos, las relaciones son de crecimiento y de evolución, más allá de todo lo que se muestre y lo que se perciba desde nuestra visión sesgada por la experiencia. Y es que el verdadero valor de las cosas no siempre es evidente.
EN EL AMOR LO IDEAL NO EXISTE, EXISTE LO REAL.
Lo cierto es, que los vínculos con hermanos nos enseñan que, en el amor, lo ideal no existe, existe lo REAL. Porque en la relación con ellos, desde que llegamos a esta vida, es donde empezamos a mirarnos a sentirnos y reconocernos. Vamos creciendo con nuestras luces y sombras y aunque a veces las sombras, ocupan mas que nuestras luces, somos capaces si queremos de aceptar y convivir con ellas.
Podemos amarnos despidiéndonos de lo que creemos que es una relación ideal. Amando lo que hay y lo que somos.
El amor rellena el envase del orden.
El amor es agua, el orden la vasija.
El orden recoge, el amor fluye.
Orden y amor actúan en acorde.
Bert Hellinger
El orden y el lugar, que ocupamos en nuestra familia de origen, es determinante en los sistemas a los que pertenecemos en nuestra vida, como los laborales, los grupos de amigos, la familia creada…
Es necesario darnos cuenta de nuestro sitio en el sistema familiar, siendo conscientes del contexto en el que nos criamos y crecimos, etapas necesarias para desarrollar de forma coherente nuestra propia vida.
Nuestro lugar en nuestro sistema de origen, determina en gran medida, nuestro proceso evolutivo y estará más o menos adaptado y equilibrado, en función de como nos vayamos trabajando y desarrollando a lo largo de nuestro recorrido.
La importancia de los abortos en nuestra línea de hermanos, influye en el lugar que ocupamos, sí como hermana mayor, antes de mí han existido abortos, la mirada y expectativas en mí, van a influenciar en mi vida, tanto en mi relación conmigo como en la relación con los otros.
Energética, emocional, y en muchos sentidos más, una mujer es madre de todos los hijos que conciba encarnen o no, es decir tenemos tantos hermanos, en cuanto somos en nuestra línea filial. Es importante que seamos conscientes del lugar que ocupamos en ella y en el sistema.
No nos miran igual cuando somos el mayor, mediano, el pequeño… y no es lo mismo ser hijo único que pertenecer a una línea de hermanos muy numerosa…, nuestro guion de vida se va a desarrollar en relación a ese lugar y cada proceso es único y con matices muy diferentes a los de los demás.
El orden y amor actúan en acorde, cuanto más orden sintamos, con más facilidad fluirá nuestro proceso vital.
Los hermanos de mi vida,
mis maestros, espejos de mi yo y reflejos de mi alma.
Vuestras caras, vuestro olor, vuestras voces… os reconozco desde pequeña, os siento desde la barriga de mama.
Nos acompañamos, estando cerca, lejos… siempre presentes en la vida y en la muerte del otro.
Nos queremos y odiamos con intensidad porque en el fondo, nos amamos sin ideales, sólo con lo que somos.
Amamos con incondicionalidad a los hijos del otro, porque nuestros sobrinos, son parte del clan y su destino también nos afecta.
En esta vida somos compañeros de viaje compartimos la carencia y la abundancia de nuestro sistema, y aunque cada uno es creador de su propio camino con libertad, cuando miro a mi lado siempre os veo afrontando vuestro destino.
Cristina Carrillo Escobar
1 Comment
Antonio Lopez Corcoles
Hola, me parece super interesante lo que escribes sobre el vinculo con nuestros hermanos. Genial ?