INSPIRACIÓN
Hace un año escribía «Cómo que yo no tengo madre». Ahora vuelvo a sentir el impulso y, una vez más, a través de ella aprendo. NOS INSPIRA EL AMOR, ES EL MOTOR QUE NOS MOTIVA A SENTIR, A CREAR Y A SER.
En mi vida, gracias a mi trabajo y a las personas con las que me he encontrado, he podido conocer y sentir muy de cerca su dolor, sus pérdidas, su sentimiento de orfandad, de echar de menos a rabiar, de no sentir consuelo, buscando muros con los que chocar, alguien que se preste a llevarles la contra, que les ayude a entrar en conflicto para expresar la rabia y la desesperación que llevan por dentro, un motivo por el que sentir fuerzas porque están rotas, desechas y muy cansadas de no reconocer el mundo sin él/sin ella, cansadas de no reconocerse. O bien, están atadas a algún ancla que les sirva de excusa, de justificación para seguir aquí, para no irse con ellos. Porque una parte de ellas ha muerto, se ha ido con su partida y ellas, tal y como se conocían a sí mismas, ya no quieren o creen que no pueden vivir.
El dolor nos es muy desconocido. En esta forma de vida somos expertos en sufrir, en vivir con cuadros de ansiedad, de estar de bajón, pero el DOLOR, ¡ay!, el DOLOR con mayúsculas es otra cosa. Es perdernos de nuestro centro, de nuestra vida controlada. Es adentrarnos en un terreno que nos desarma. Es, en muchas ocasiones, desencontrarnos con nuestro mundo para ir hacia dentro, para sentirnos. Porque sólo sintiéndonos a nosotros podemos tener lo que tanto anhelamos, podemos sentir a nuestra madre, a nuestro padre. Podemos sentir y expresarles que vuestra vida y su muerte no fueron en vano.
<< ¡Esto es tan tuyo que queda en mí, en nosotros, y tú formas parte! Y no te busco en ningún cielo «allí arriba» porque aprendo con tu muerte que lo espiritual, lo que no está encarnado, está cerca de mí. Porque formamos parte de una unidad, no somos entes separados, ni observadores pasivos. Somos poderosos creadores.>>
Por eso, SALTA, traspasa tus límites, piérdete en tu dolor si lo necesitas, confía y busca. Busca la conexión y vive tu vacío como un ser completo.
Cristina Carrillo Escobar