Constelaciones familiares
En Constelaciones familiares se da un proceso en el cuerpo y en el alma de un representante, algo que hasta este momento se había mantenido oculto. Es una experiencia increíble.
Forman parte de algo esencial.
Todos vivimos en un campo concreto.
Podemos observar eso también. Si alguien es configurado representando a alguien, aunque no se diga nada , como quiera el representante de inmediato se encuentra en otro campo.
Él es otra persona y sin que se haga mención alguna.
No sólo los representantes son “llevados», sino al mismo tiempo todos los presentes somos llevados, sin que se diga nada.
Lo que ocurre aquí, es el fenómeno de las constelaciones familiares – el secreto de las constelaciones familiares.
Solo se da así porque no proviene de nuestra razón , y no proviene de nuestras experiencias.
¿Quién o qué se hace entonces cargo de la dirección?
Por ejemplo, al escoger a alguien con quien trabajamos.
Escogemos a alguien porque estamos pensando , o porque alguien ha levantado la mano?
No, él o ella se acerca y se encuentra luego con nosotros. No sabemos nada de la persona, no preguntamos. Él o ella entonces junto a mi , muchas veces ni siquiera los miro, no pregunto. Espero a un señal de otro lugar.
¿La razón tiene aún su importancia?
No, todo llega de otro lugar.
Y entonces, ¿cómo se nos revela el siguiente paso?
Mientras esperamos, lo decisivo es regalado a nosotros.
Si me mantengo centrado, de pronto me surge una palabra o una frase.
Pues si yo la digo a la persona tiene un efecto mucho más allá de esta persona. Tiene un efecto para todos nosotros.
¿Y qué es lo extraño en mi?
En cinco minutos olvido lo que he dicho. Y porque lo he olvidado, se encuentra en otras manos, no solamente para esta persona, para muchos de nosotros al mismo tiempo.
¿Cuál es aquí entonces el secreto?
El secreto es el efecto
Bert Hellinger